“Para quienes gustan de conducir en el carril rápido de las autopistas”. Este es uno de los eslogan promocionales de los SSDNow V Series, discos de estado sólido que Kingston Tecnology introdujo al mercado con el objetivo de acelerar los tiempos de arranque, cierre y carga de aplicaciones de las computadoras.
Johnny Ramírez, encargado de ventas en América Latina de Kingston Technology, explicó en visita a ¡Vivir! que estos discos de estado solido llegan con la promesa de agilizar todas las operaciones en la computadora, pues a diferencia de sus predecesores, los discos duros que eran rotatorios y estaban recubiertos de una substancia magnética que almacena data, los discos de estado sólido de Kingston están basados en chips Flash NAND, por lo que no tienen partes movibles.
Destinado para quienes quieren más
Ramírez informa que SSDNow V Series es un producto pensado para consumidores y usuarios corporativos que buscan más confiabilidad y rendimiento en sus desktops y notebooks.
“Esas personas que esperan más de sus computadoras pueden encontrarlo en estos discos solidos”, dice. Agrega que hay versiones disponibles tanto para laptops como para computadoras de mesa o escritorio.
Sin embargo aclara que en esta fase SSDNow V Series no se piensa como una unidad de almacenamiento, sino de rendimiento.
Sus ventajas
Con partes no movibles, el disco de estado sólido (SSD) de Kingston genera menos calor, es totalmente silencioso, ofrece mayor resistencia, tiempos de reinicio de la PC y cargas de las aplicaciones mucho más rápidos – todo esto con menos consumo de electricidad que un disco duro tradicional (HDD).
Otros beneficios
Ramírez reiteró que estos discos SSD ofrecen firmeza, confiabilidad y un rendimiento excelente.
Su capacidad va desde 64GB hasta 128GB y es hasta 50% más rápido que un disco duro convencional, además de que requiere hasta 15% menos consumo de electricidad, su velocidad es de hasta 100MB/seg. en lectura y 80 MB/seg. en escritura.
Pero uno de los factores más interesantes es su expectativa de duración ¡un millón horas!
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