Por: Jacobo Reyes
Uno de los grandes logros y avance del sistemas electoral Dominicano lo constituía la separación de las Elecciones Presidenciales y Vice Presidenciales de las Municipales y Congresionales. Con ellos se va eliminando gradualmente el presidencialismo, hoy día teníamos y están en discusión Junta Central Electoral y los Partidos Políticos, en cómo realizar las elecciones de las autoridades de los Distritos Municipales.
Hacer más independiente y democrática la participación política, constituye un avance en los pueblos, también nos hace ser más modernos y avanzados. La unificación de las elecciones, o sea, la celebración de esta en un mismo día para el Presidente/a y Vicepresidente/a, Congresionales y Municipales, es volver al arrastre, como en otro tiempo, aunque hayan boletas separadas significa que detrás de la campaña para elegir al presidente se escudará el Sindico/a, Regidores/as, los Diputados/as, y senadores/as. Ahora también los Directores/as de los Distritos Municipales.
Los únicos en perder con esta unificación son los Síndicos, sobre todos aquellos que trabajan de mano con las comunidades, pues ahora no se reconocerá su trabajo en medio de una elección. O mejor dicho los partidos colocaran como antes a cualquier candidato/a a Sindico/a, tenga o no merito, no conozcan ni respete las leyes que rigen los ayuntamientos, porque aun que el voto sea señalado de manera separada, va a prevalecer la candidatura presidencial por el partido de preferencia.
Está claro que los partidos políticos de todos los colores, no le interesa el avance de los pueblos. Estar de acuerdo y sobre todo votar para volver atrás, es una demostración de que a esto no le importa la modernidad, la democracia, la participación ni la transparencia. Lo único que permite este retroceso es mantener al frente del erario público a cualquier persona sin importar su capacidad, visión de desarrollo y modernidad. Es darle crédito a la corrupción, la falta de ética y la transparencia.
Es una oportunidad para los municipalitas del país, las organizaciones sociales, las asambleas de delegados de los Presupuestos Participativos, las ONGs y todo el pueblo a oponerse a tan marcada decisión por el interés particular de los partidos y de personas que la Constitución le da el poder para decidir. Es por eso que se oponen a la reforma por medio de Asamblea Constituyente.
Todavía la constitución vigente nos da la oportunidad a movilizarnos y talvez por la gran manifestación logramos que en una segunda lectura se varíe estas pretensiones. Estamos de acuerdo con la celebración de elecciones en el mismo año pero separada.
Hacer más independiente y democrática la participación política, constituye un avance en los pueblos, también nos hace ser más modernos y avanzados. La unificación de las elecciones, o sea, la celebración de esta en un mismo día para el Presidente/a y Vicepresidente/a, Congresionales y Municipales, es volver al arrastre, como en otro tiempo, aunque hayan boletas separadas significa que detrás de la campaña para elegir al presidente se escudará el Sindico/a, Regidores/as, los Diputados/as, y senadores/as. Ahora también los Directores/as de los Distritos Municipales.
Los únicos en perder con esta unificación son los Síndicos, sobre todos aquellos que trabajan de mano con las comunidades, pues ahora no se reconocerá su trabajo en medio de una elección. O mejor dicho los partidos colocaran como antes a cualquier candidato/a a Sindico/a, tenga o no merito, no conozcan ni respete las leyes que rigen los ayuntamientos, porque aun que el voto sea señalado de manera separada, va a prevalecer la candidatura presidencial por el partido de preferencia.
Está claro que los partidos políticos de todos los colores, no le interesa el avance de los pueblos. Estar de acuerdo y sobre todo votar para volver atrás, es una demostración de que a esto no le importa la modernidad, la democracia, la participación ni la transparencia. Lo único que permite este retroceso es mantener al frente del erario público a cualquier persona sin importar su capacidad, visión de desarrollo y modernidad. Es darle crédito a la corrupción, la falta de ética y la transparencia.
Es una oportunidad para los municipalitas del país, las organizaciones sociales, las asambleas de delegados de los Presupuestos Participativos, las ONGs y todo el pueblo a oponerse a tan marcada decisión por el interés particular de los partidos y de personas que la Constitución le da el poder para decidir. Es por eso que se oponen a la reforma por medio de Asamblea Constituyente.
Todavía la constitución vigente nos da la oportunidad a movilizarnos y talvez por la gran manifestación logramos que en una segunda lectura se varíe estas pretensiones. Estamos de acuerdo con la celebración de elecciones en el mismo año pero separada.
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